Corea del Norte ha confirmado que este pasado jueves 13 de abril llevó a cabo el lanzamiento de un nuevo tipo de misil balístico intercontinental. El proyectil es el denominado Hwasong-18 y, según el Gobierno norcoreano, es la "pieza más poderosa" de su arsenal nuclear.
El misil recorrió unos 1.000 kilómetros antes de caer en aguas del mar de Japón, todo ello, una vez más, supervisado por el propio Kim Jong-un, esta vez junto a su hija, según la estatal Agencia Central de Noticias Coreanas (KCNA). La prueba activó una breve orden de evacuación en la isla japonesa de Hokkaido.
Doce misiles lanzados sólo en 2023
El Hwasong-18 se suma a una serie de más de 100 misiles lanzados al mar desde principios de 2022, de ellos doce en 2023. La novedad es que esta vez estamos ante un misil balístico intercontinental (ICBM) de combustible sólido.
Corea del Norte asegura que este su último misil de largo alcance utiliza propulsores sólidos y está destinado a atacar a Estados Unidos y sus aliados en Asia. Con combustible sólido, el proyectil supone una importante mejora en la eficiencia del arsenal norcoreano.
La prueba de un ICBM de combustible sólido es importante porque son más estables que los de combustible líquido que Corea del Norte ha probado anteriormente. Al igual que el principal ICBM de EE UU, el Minuteman III, que funciona con tres motores cohete de combustible sólido, el Hwasong-18 tiene tres etapas, informa CNN.
La importancia del combustible sólido
Según Joseph Dempsey, investigador del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos, un ICBM de combustible sólido se alimentaría durante su fabricación y podría trasladarse más fácilmente para evitar su detección antes del lanzamiento. En cambio, un ICBM alimentado con combustible líquido tendría que someterse a un proceso de carga de combustible en su lugar de lanzamiento que podría durar horas, lo que daría tiempo a un adversario a detectarlo y neutralizarlo.
De combustible líquido eran los tres anteriores ICBM lanzados por Pionyang desde 2017: Hwasong-14, 15 y 17. No obstante, con ellos en teoría ya podía alcanzar todo el territorio estadounidense y la práctica totalidad del planeta (salvo Sudamérica).
Para Jeffrey Lewis, analista del James Martin Center for Nonproliferation Studies, "no es ninguna sorpresa" que Corea del Norte haya probado un ICBM de combustible sólido, ya que "es más fácil utilizarlos", ha escrito en Twitter.
No, it's not a surprise North Korea tested a solid-fuel ICBM. A short thread. https://t.co/KKNKDPsvyO
— Dr. Jeffrey Lewis (@ArmsControlWonk) April 13, 2023
Capacidad de contraataque
"Corea del Norte siempre iba a seguir el mismo camino técnico que Estados Unidos, la Unión Soviética, Francia, China, Israel e India. Dado que Corea del Norte ha estado probando motores de cohetes sólidos de gran diámetro durante varios años, ha estado claro (al menos para mí) que desde 2020 una prueba como esta podría haber llegado en cualquier momento", asegura este experto.
Por su parte, Dempsey se ha referido al cambio que supone el cambio de combustible líquido a sólido. "La adición de misiles balísticos intercontinentales de combustible sólido a la fuerza de misiles la convertiría en una disuasión estratégica más creíble al proporcionar una capacidad preventiva y de represalia más capaz y menos vulnerable". Es decir, con el Hwasong-18 el arsenal norcoreano hace ya prácticamente imposible tratar de atacar Kim Jong-un sin que se produzca una represalia de ese país.
O como ha dicho el propio líder norcoreano, el nuevo proyectil "mejorará la capacidad de contraataque nuclear del país". Ese es su poder y su peligro.
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